Rastafarudi
Desde música en vivo hasta malabarismo, pasando por coreografías en tutú y un streaptease a base de carcajadas. Y en medio y medio, Rudi Dudi. El clown —belga, pero universal— crea un espectáculo surgido de la magia y de la fuerza directamente del corazón.
Durante los cuarenta y cinco minutos que dura el montaje, el artista interactúa con el público, se enfrenta así a un guión aún en blanco que irá escribiendo con la ayuda y las sonrisas de los espectadores.