La exposición Pergamiño Vindel. Un tesouro en sete cantigas es una ocasión única para conocer de primera mano el célebre documento que recoge las siete cantigas de amigo de Martín Códax con la melodía de seis de ellas. El manuscrito, eje de esta muestra, se acompaña de más de 50 piezas de diferente naturaleza, entre las que se incluyen esculturas en piedra y en madera, pinturas contemporáneas, restos arqueológicos y otros documentos, para trasladar al público a la época medieval en la que se desarrolló la tradición lírica gallego-portuguesa.
Inspirado por las sietes cantigas de Martín Códax, el discurso expositivo se articula en otras tantas partes, de manera que cada una de las composiciones sirve de hilo conductor para viajar hasta el tiempo de Martín Códax y para acercarse a la sociedad y a la cultura de la época.
Consulta la galería de imágenes de la exposición Pergamiño Vindel. Un tesouro en sete cantigas aquí.
Bajo el verso "E ai Deus, se verra cedo", se presenta la primera sección de la muestra, en la que se incluyen piezas tan singulares como un fragmento del coro pétreo compostelano del maestro Mateo, junto con varias reliquias vinculadas con el Camino de Santiago, importante no sólo por su papel en la religión sino como vía de entrada de las corrientes europeas.
La segunda sección, “Ca ven san’ e vivo e d’ el rei amigo”, ahonda en los símbolos y en las funciones del poder temporal, en concreto a través de la figura del monarca, con diversos documentos, como el pergamino en el que Fernando IV de Castilla ratifica los privilegios de la Iglesia de Santiago. También se destaca el papel del clero secular y regular, con elementos como el vestuario ceremonial del obispo de Mondoñedo.
Otros espacios permiten conocer aspectos como el día a día de la gente en el medievo. La tercera sección, “Mia irmana fremosa", se centra en el espacio familiar y en la vida cotidiana, con elementos como una vajilla de la época o parte de un menaje. También está presente el tema del amor, terrenal y espiritual, en el apartado “E vou namorada”.
La inspiradora y jubilosa exclamación de la cantiga V “E bañar nos emos nas ondas" centra la quinta sección de la muestra, inspirada en el papel del paisaje como símbolo regenerador y erótico, con una lírica propia. El espacio del templo y de su campo cobran protagonismo en el apartado que lleva por “Eno sagrado, en Vigo”. Este remite a la iglesia y a su terreno como lugar tanto de celebraciones religiosas como de fiestas profanas, a través de las imágenes de Santiago y el Crucificado de Vilanova dos Infantes.
Todos estos pasos llevan hasta la parte final, “Por que tarde meu amigo sen min”, presidido por el Pergamino Vindel, en convivencia con varias piezas de su descubridor, el librero Pedro Vindel, y bajo el paisaje pictórico de Urbano Lugrís, con las ondas del mar de Vigo bañando el tesoro natural de las islas Cíes.
Más información sobre la exposición en este vídeo.