Patrimonio: LOS SECRETOS DEL MAR

LOS SECRETOS DEL MAR

La Xunta investiga el patrimonio arqueológico subacuático de las rías de Vigo, Corcubión y Viveiro-Ribadeo

La Xunta de Galicia trabaja de manera continuada y comprometida en la conservación y protección del patrimonio arqueológico subacuático, uno de los mayores tesoros de nuestra comunidad. De este modo, la Consellería de Cultura y Turismo ayuda al desarrollo del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático (PNPPAS).

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En el año 2011, a través de un convenio con el Ministerio de Cultura que contó con un presupuesto de 75.000 euros, la Xunta de Galicia realiza investigaciones submarinas en la ría de Vigo y en la ensenada de Rande, en la ría de Corcubión y en la bahía de Fisterra y en las rías lucenses de Viveiro y Ribadeo.

Este convenio de colaboración permite continuar con la realización de los trabajos de localización y registro de este patrimonio arqueológico, siendo la tarea más necesaria en estos momentos para su protección. Además de la elaboración de la carta arqueológica subacuática de la Comunidad Autónoma de Galicia, la Consellería de Cultura y Turismo y el Ministerio de Cultura tienen como fin concienciar de una manera coordinada a todos los departamentos y administraciones públicas implicadas en esta protección, adoptando una serie de medidas concretas para la salvaguarda, conservación y difusión de este rico patrimonio que se encuentra en nuestras aguas. Se pretende alcanzar el mayor grado de eficacia y coordinación en esta labor para evitar cualquier tipo de actividad expoliadora que afecte directamente a este patrimonio. Del mismo modo, se procura que actividades subacuáticas legalmente autorizadas no incidan negativamente en su conservación.

La Consellería de Cultura y Turismo, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, continúa con la línea de trabajo marcada en los últimos años y en la que destacan diversos trabajos de prospección arqueológica subacuática en varias áreas del litoral gallego con el fin de disponer de la información necesaria de este patrimonio cultural para su protección y conservación. Fruto de estos trabajos, en los últimos años se localizaron diversos materiales arqueológicos que fueron depositados en la sede del Museo del Mar, en Vigo, y de los que fue preciso llevar a cabo trabajos específicos de conservación.

Rande destapa los secretos de 1702
Durante el transcurso de los trabajos llevados a cabo en la ría de Vigo, se comprobaron diecinueve puntos de los que seis podrían estar relacionados con la batalla de Rande del año 1702. A la vista de las conclusiones de los trabajos, los objetivos de la campaña fueron superados. En esta campaña se comprobaron más del 50% de los puntos localizados en las campañas de geofísica de 2007 y 2008, se localizaron nuevos pecios relacionados con la batalla de Rande, se registraron barcos de épocas posteriores y que fueron inventariados y se recogieron nuevas referencias orales de marineros y pescadores.

En detalle, en estos diecinueve puntos se incluyen tres pecios verificados de la batalla de Rande, tres puntos con referencias relacionadas con la batalla del siglo XVIII, siete puntos en los que se localizaron embarcaciones de épocas posteriores y otros seis puntos sin verificar o con resultados negativos. En el año 1702, en la ría de Vigo, tuvo lugar a batalla de Rande enmarcada en el contexto de la Guerra de Sucesión. Una numerosa flota de barcos españoles y franceses procedente de América con destino a Cádiz y con un valioso cargamento de oro y plata, tuvo que dirigirse a la Ría de Vigo, donde fue atacada por ingleses y holandeses. La mayoría de los barcos francoespañoles fueron hundidos. La batalla de Rande convirtió la Ría de Vigo en el depósito arqueológico subacuático más emblemático de las costas gallegas. Según la investigación arqueológica realizada y considerando las fuentes bibliográficas y documentales podemos hablar de unos 30 pecios relacionados con la batalla de Rande.

En los tres primeros puntos se pudieron identificar restos de los pecios de la batalla de Rande. En ellos se observaron restos de la estructura de los barcos como cuadernas o forro, así como piedras del lastre, ladrillos refractarios o bolas de cañón. En otros tres puntos diferentes, se constataron referencias fiables sobre la existencia de barcos de esta época y aunque también fueron inspeccionados no pudieron verificarse por la sedimentación y algas. En los siete puntos en los que fueron localizadas embarcaciones de épocas posteriores, siglos XIX o XX, no se descarta que pueda existir superposición de restos, lo que implica que podrían encontrarse estructuras de épocas anteriores, quizás pecios también de la batalla de 1702. En seis puntos en los que también trabajó la expedición, o bien no se pudieron verificar las referencias al no localizarse durante las inmersiones o bien se obtuvieron resultados negativos.

Dos yacimientos de la flota de 1596 descubiertos en Corcubión
Durante los trabajos de prospección arqueológica subacuática y de cartografía en el entorno del cabo de Fisterra y de la ría de Corcubión, se descubrieron cuatro nuevos yacimientos, dos de ellos pertenecientes a la flota de 1596 al mando del avanzado de Castilla Martín de Padilla, y otros dos documentados como vapores ingleses de finales del siglo XIX y principios del XX en profundidades de hasta 54 metros. Se comprobaron más de cincuenta puntos, en los que destaca la localización de un ancla de hierro de tipo Almirantazgo.

Además, se intervino sobre otros cuatro pecios ya localizados con anterioridad. Hasta el momento fueron localizados 6 naufragios de la flota de 1596 entre un centenar de naves que partieron de los puertos de Lisboa y Sevilla y se dirigían a Irlanda transportando un ejército que debería apoyar a los irlandeses en la lucha contra la ocupación inglesa de la isla. En la presente campaña fueron documentados dos de los pecios de la flota de 1596, ya localizados anteriormente. Destaca en uno de ellos la presencia de un leme de unos cuatro metros de longitud, virtualmente intacto, conservando gran parte de sus ferrajes. Un hallazgo prácticamente único en el mundo que es particular en la arqueología subacuática por ser este tipo de elementos los que primero suelen desaparecer en caso de naufragio. Durante la prospección arqueológica fueron descubiertos, enterrados en la arena en una nueva localización, elementos de madera, probablemente pertenecientes a otra nave de la flota de 1596 que sería la séptima localizada. En los pecios localizados de esta flota se documentaron numerosas piezas de artillería de diferentes tipos y materiales como bronce, hierro fundido y hierro forjado. Armamento ligero entre los que destacan arcabuces y espadas, además de numerosa munición en plomo, hierro y piedra. Elementos de la impedimenta del ejército también fueron documentados como plomo para fundir munición, cureñas de artillería terrestre, equipos quirúrgicos del cuerpo de sanidad o elementos perteneciente al atuendo de soldados o tripulantes.

Este año, la comunicación por parte de pescadores del puerto de Fisterra de la presencia de elementos que pudieran ser buques hundidos, los llevó a ampliar el rango de profundidades en los que hasta ahora se venía desarrollando el proyecto. Así se documentaron varios vapores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en profundidades de hasta 54 metros. Estos pecios forman parte del Patrimonio Histórico Español por cuanto permanecieron más de cien años sumergidos, segundo establece la Convención de la Unesco sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático suscrita por España.

Además, entre los resultados más significativos de todas las campañas realizadas hasta ahora en el marco del presente proyecto, destaca la localización de un naufragio en el cabo Fisterra que conserva un rico cargamento conformado por elementos suntuarios pertenecientes a sus pasajeros, además de monedas de plata y cobre. De su cargamento podemos destacar la presencia de un elevado número de caninos, o defensas, de elefante, cuya cantidad total no puede establecerse totalmente por cuanto este buque no pudo ser estudiado hasta el momento en profundidad ni recuperado la mayoría de su riquísimo cargamento.
 

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