Evento: Paula Ríos

“El lirio, la sonrisa velada y la mano delgada. Cúpula amarilla y viento de plata” (En el cumpleaños de R. G. A. “Corona poética o pulsera de flor”, Federico García Lorca, 1898-1936)

Rosa García Ascot fue pianista y compositora y la única mujer integrante del Grupo de los Ocho, el equivalente musical de la Generación del 27. Mujer de talento desbordante, fue alumna de maestros cómo
Falta, Granados, Turina y Boulanger, pero su figura quedó eclipsada tanto por su vinculación a lo que fue su hombre, el compositor, investigador y activista cultural gallego, Jesús Bal y Gay, como
por los acontecimientos históricos que le tocó vivir en el momento de despunte de su carrera, la Guerra Civil y el posterior exilio en México, que la llevaron al escurecemento y la privaron de ser un referente fundamental de la interpretación pianística de vanguardia.

Ella, a la vez que su hombre, vivió tanto en España como en el exilio una intensa vida intelectual, y cultivó amistades como Lorca o Stravinsky. Defendió siempre el compromiso social a la vez que una declarada vocación de modernidad.recuperar la vigencia y la importancia del trabajo de Rosa García Ascot, acaba de grabar, con la colaboración de la Consellería de Cultura y Educación de la Xunta de Galicia, toda la obra para piano de la compositora disponible en la actualidad, onda a obra completa de Bal y Gay para piano y piano y cuanto.

Las piezas del disco recogen partituras manuscritas sin publicar que se encontraban en el Centro de Documentación de la Residencia de Estudiantes de Madrid, y casi todas son primeras grabaciones. El título del disco Viento de Plata es un verso de un poema que Lorca escribió para su grande amiga Rosa por su aniversario.

La sesión de clausura del festival Espazos Sonoros estará, luego, dedicada a la figura de esta singular mujer y en ella se interpretarán algunas de las obras recuperadas en este excelente trabajo discográfico, al tiempo que se contextualizará la compositora en su tiempo, en las vanguardias y en la Generación del 27, rememorando su paso por la Residencia de Estudiantes y el posterior exilio, un exilio que llevó por delante y disgregou a toda una generación de la llamada Edad de Plata. Una sesión de clausura dedicada al reconocimiento del talento de la compositora, pianista y mujer, y de una figura olvidada y silenciada, como la de tantas otras mujeres que dejaron su huella invisible a lo largo de la historia.