San Simón y San Antón son las islas mayores del archipiélago, que se completa con los islotes de Cobreiras y Pena Blanca. El gran patrimonio del conjunto es sin duda su riqueza paisajística, con unos parques y jardines con una personalidad que se fue cimentando a lo largo de los siglos gracias a la incorporación de nuevas especies traídas de otras tierras y fusionadas con las autóctonas.
La fuerza de la vegetación cercada por el mar se confirma en la gran seña de identidad de San Simón: el Paseo dos Buxos. Esta espectacular bóveda vegetal de buxos centenarios es sólo un ejemplo de la diversidad paisajística de la isla, en la que la piedra de los cantiles, los muelles y los malecones, entre los que irrumpe el cristal del mirador invitando a disfrutar de unas vistas espectaculares, son los encargados de enmarcar el verdor del conjunto antes de llegar al azul del mar.