Evento: Cartoóns

Dos tipos abandonados en los márgenes.

Puede ser en la margen del mar, andando en una pequeña y coqueta isla. El que se llama vulgarmente náufragos, robinsons. Personas que perdieron pie y tienen que aprender a hacerlo todo de nuevo, desde la taza en la que beber hasta el smoking que necesitan para acudir a una gala. Pueden estar en la margen del primer mundo, y ser seres que se ven obligados a exiliarse de la guerra de su patria, para instalarse en los comfortables vallados que les ponemos en la puerta de la UE o de los USA. Perdieron todo y tienen que inventarlo todo de nuevo. O, para no viajar tanto, pueden ser marginales que viven el margen de nuestra sociedad y convierten en lujo nuestra basura.

Todo esto parece un drama, más no es. Si lo contara un circunspecto periodista de investigación, sería sin duda, motivo para el llanto. Más los que penetran y acechan en esos mundos son dos clowns. El vistazo inocente de los payasos nos hacen ver las cosas diferentes a los medios de comunicación, y cuando el candor del clown se encuentra con la inocencia de la infancia (la primera, la auténtica)  entre las dos crean mundos que antes no existian. Las crianzas ven el mundo como no lo volverán a verlo y los adultos que los acompañen podrán descubrir algo nuevo también.

Los clowns, que tienen algo de dibujo animado (cartoons) en su modo paródico y eficaz de comportarse, viven rodeados de tarjetas, en un mundo de carsón, esa materia valiosísima que, inexplicablemente, nos tiramos a la basura  diariamente.

La tarjeta les servirá para construir casas, tuberias del gas,cortinas de las ventanas, revistero, rollo de papel higiénico, bandeijas, edredones, motos, parasol de playa, catalejos, skis, ponchos, aviones ,emparrados... en definitiva, todo lo que el común de la gente va a adquirir a una conocida multinacional sueca.

Las escenas descritas, estimulan en el auditorio infantil el impulso lúdico,la capacidad mimética, la plasticidad imaginativa y la criatividad orientada. También es un vehículo este espectáculo, de valores, como la colaboración, el trabajo colectivo, la solidaridad, la consciencia ecológica, la empatía social y la autosuficiencia.

El arte poético de convertir el desecho en bienes de uso, también incide en las tres famosas "R"s del ecologismo: reducir, reutilizar, reciclar.