Nova: La Xunta adjudica trabajos de restauración y conservación en Santa María a Maior de Pontevedra por más de 275.000 euros

Santiago de Compostela, 26 de junio de 2020.- La Xunta acaba de adjudicar en el día de hoy la Obras Gallaecia los trabajos de restauración y conservación preventiva en un de los inmuebles más reconocibles del patrimonio arquitectónico pontevedrés, la basílica de Santa María a Maior. La actuación se centrará en la envolvente del inmueble y la corrección de aficiones y consolidación de los elementos pétreos de carácter ornamental; movilizará una inversión de más de 275.000 euros y tendrá un plazo de ejecución de cuatro meses.

Con esta intervención se pretende reparar el actual deterioro de ciertas partes de la basílica que acoge a la primera parroquia de la ciudad, especialmente de las cubiertas, para eliminar la entrada de agua de lluvia por canales, terrazas y faldrones. También se van a mejorar las condiciones de ventilación interior a través de la actuación en las carpinterías de las vidrieras superiores y se garantizará la estabilidad y seguridad de la crestrería perimetral de final de la cubierta.

En este sentido, está previsto realizar un cambio de teja de la cubierta y la reposición de algunas placas deterioradas, así como reparar los canales de evacuación del agua de la cubierta, que se va a impermeabilizar, junto con la terraza de la torre del campanario. Las actuaciones previstas incluyen también la restauración de las carpinterías de las vidrieras y de la crestería de final de la cubierta, así como la incorporación de ventilación permanente. Finalmente, se acometerá la limpieza y rejuntado con mortero de cal de las fachadas sur y de la ábside.

Singular promoción marinera

Esta intervención permitirá garantizar la protección y conservación de este templo de estilo gótico tardío-plateresco, con influencias del estilo manuelino portugués y renacentista, situado en la zona alta del conjunto histórico de la ciudad. La basílica inició su construcción a finales del siglo XV o principio del siglo XVI en una zona en la que previamente existió una iglesia románica, dominando el río y abierta al barrio de A Moureira, en la que se asentaban los mareantes, cuyo gremio promovió y costeó las obras.

El referido gremio fue la entidad civil más antigua de Pontevedra y la primera entidad gremial asociada al mar en España. Contó con un gran poder económico, producto de la actividad pesquera y sus derivados como el pescado prensado, fundamentalmente la sardina, y el aceite obtenido de su prensado. A pesar de los notables recursos, la propia envergadura del proyecto hizo que su construcción se había prolongado durante alrededor de un siglo y habían tenido que recibir ayudas de hidalgos que construyeron sus propias capillas.

BIC desde 1931

El templo, que disfruta de la consideración de bien de interés cultural con la categoría de monumento desde 1931, tiene planta basilical con tres naves distribuidas en tres tramos. Tanto la nave central como el transepto están cubiertos con bóvedas de complicadas crucerías finalizadas con múltiples claves historiadas y doradas. Arrimadas a las naves laterales se encuentran varias capillas con una relativa diversidad tipológica, cuenta asimismo con una sola ábside poligonal.

Entre los elementos de interés destaca la magnífica portada de estilo plateresco que, a modo de tapiz, queda enmarcada entre dos contrafortes. De la fina viruta de las figuras y motivos decorativos del conjunto, resaltan los grupos escultóricos de la Asunción de la Virgen y el del Tránsito. En la factura de Santa María participaron destacados arquitectos y maestros de obra como Diego Gil, Juan de los Cuetos, Cornelis de Holanda o Domingo Fernández.

De las intervenciones recientes cabe destacar el final de la torre en pleno siglo XIX, la reducción de la tribuna efectuada por Pons Sorolla en la década de los 50 del XX y el tratamiento de las pátinas de César Portela, a principios de los años 90.