Teresa Moure (Monforte de Lemos, Lugo, 1969) es una de las escritoras más originales y versátiles de la Galicia presente. Profesora en la Facultad de Filología de la Universidad de Santiago de Compostela, su dedicación a la literatura comienza en la pasada década y abarca ámbitos complementarios y muy diversos.
Como narradora se dio a conocer con La jornada de las mujeres-árbol (2004) ―Premio Manuel Lueiro Rey de Novela Corta y Premio Arcebispo San Clemente traducido al español e italiano―, pero su confirmación en el panorama literario gallego vino de la mano de Hierba mora (2005), título con el que se alzó con el Premio Xerais que pronto fue publicado en portugués, catalán, italiano, rumano, castellano y neerlandés. Tras ella vinieron otras novelas, como Querida catástrofe (2007), Artes subversivas para cultivar jardines (2010), Una madre tan punk (2014) ―las tres trasladadas al español― y, recientemente, Ostracia (2015).
Autora de amplio registro, Moure ha cultivado la literatura infantojuvenil en títulos como el imaginativo La casa de los Lucarios (2007), el comprometido Yo también soy fuente (2008) ―con versiones en castellano y asturiano― y el emotivo Mamá, ¡tú si que me entiendes! (2009).
Poeta en Yo violé al lobo feroz (2013), dramaturga con Una primavera para Aldara (2008) ―Premio Rafael Dieste y Premio María Casares― y Cínicas (2010), en su haber figura también una extensa nómina de ensayos sobre cuestiones sociolingüísticas, entre los que se cuentan Otro idioma es posible. A la búsqueda de un idioma para la humanidad (2005) ―Premio Ramón Piñeiro―, La palabra de las hijas de Eva (2005) ―traducido al español―, Lo natural es político (2008), Ecolingüística: entre la ciencia y la ética (2011), Queer-emos un mundo nuevo. Sobre cápsulas, géneros y falsas clasificaciones (2012) ―también Premio Ramón Piñeiro― y Políticamente incorrecta (2014).
Camaleónica, incisiva y perturbadora, la obra de Moure apuesta por la Revolución, la superación de los clixés preestablecidos, la asunción de la ecoética, la ecolingüística, la equidad de género, el Eros político y el triunfo de la estética de lo libérrimo.