Nova: La Xunta publica el decreto de Bien de Interés Cultural de la Terraza de Sada reconociendo así su carácter singular

Santiago de Compostela, 14 de febrero de 2020.- La Consellería de Cultura y Turismo acaba de publicar hoy en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el decreto de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) como bien inmueble con la categoría de monumento de la Terraza de Sada. Un pabellón modernista comenzado a construir en el 1912 en A Coruña, sobre un diseño probablemente del arquitecto Antonio López Hernández, destinado a quiosco de los jardines de Méndez Núñez, y trasladado entre los años 1919 y 1920 a la playa urbana de Sada, donde continúa con la misma función de servicio hostelero y recreo.

La declaración de la Terraza, como la del Parque del Pasatiempo de Betanzos, implica dar un paso más en la protección y reconocimiento patrimonial de nuevas tipologías y estilos arquitectónicos correspondientes a momentos históricos más recientes y, hasta el momento, menos estudiados y reconocidos por su valor cultural singular. Supone la puesta en práctica y la aplicación de lo previsto en la Ley 5/2016 del Patrimonio Cultural de Galicia en todo lo referido al patrimonio arquitectónico.

Novedades y aplicación efectiva

Como novedades, el decreto establece la necesidad de elaborar un proyecto o plan integral de conservación del monumento, que se ajustará al contenido y a las condiciones descritas en los anexos, y la publicación de un nuevo plano que detalla con mayor precisión la delimitación del bien y el contorno de protección del mismo.

A partir de haberse publicado en el DOG, la Terraza contará con un régimen que implicará su máxima protección y tutela, por lo que su utilización quedará subordinada a que no se ponga en peligro el monumento. Este régimen también implica el acceso de visitantes un número mínimo de cuatro días al mes durante, por lo menos, cuatro horas al día.

Participación y mejora de la declaración

El expediente de BIC fue incoado en abril de 2018, en su tramitación se recibieron un total de cuatro alegaciones y contó con los informes favorables del Consello da Cultura Galega y de la Real Academia Gallega de Bellas Artes.

Tanto las propuestas de las alegaciones como los informes de los órganos consultivos fueron analizados, valorados y tomados en consideración, total o parcialmente, para la propuesta de declaración definitiva. En especial, en lo referido a la identificación gráfica del bien, cuestiones relativas a su protección y conservación, así como elementos de interés para la valoración de los usos actuales y futuros del inmueble.

En cualquier caso, hace falta subrayar que todas las alegaciones y los informes de órganos consultivos estiman y comparten la justificación del reconocimiento y del valor cultural de la Terraza de Sada y, por lo tanto, su declaración como bien de interés cultural.

Uso y salvaguarda de los valores culturales

El uso original y actual es de hostelería y otros complementarios relacionados con el ocio y la cultura. Se estima adecuada la continuidad de estos usos tanto para su idónea interpretación como la mejor forma de mantener su autenticidad. En cualquier caso, los usos culturales o de actividades de ocio que sean compatibles con la conservación de su distribución y características espaciales y constructivas también se estiman  apropiados y enriquecen la posibilidad de acceso a una pluralidad de personas interesadas.

Finalmente, la protección del bien implica que las intervenciones que se pretendan realizar tendrán que ser autorizadas por la Dirección General de Patrimonio Cultural, y que su utilización quedará subordinada a que no se pongan en peligro los valores que aconsejan su protección.

Testimonio singular del Modernismo

La Terraza es un testimonio singular de los pabellones o quioscos modernistas típicos de los años 20 y representa un caso único de conservación de los inmuebles de esta tipología y función en la Comunidad Autónoma, al haber sobrevivido a la desaparición casi absoluta de sus coetáneos, de los cuales existieron abundantes ejemplos. Se trata, además, de una construcción singular para Galicia por sus extraordinarios valores culturales y una dimensión social significativa asociada a la identidad e historia reciente de la villa sadense.

Construida principalmente en madera y vidrio, con las formas y colores del modernismo. El lenguaje arquitectónico empleado combina la versatilidad de un espacio diáfano con el empleo de un estilo urbano y actual, enlazado con la tendencia europea de la época y con el claro objetivo de diferenciarse de la arquitectura histórica y la institucional. Su tipología fue original por la novedad que suponía para una sociedad urbana el uso de espacios públicos relacionados con los cambios urbanos, así como de las comunicaciones y los estándares de la calidad de vida.

El concepto es esbelto, ligero, abierto y luminoso; y la decoración profusa en adornos geométricos. La medida que variaron sus usos -siempre sociales y de ocio- el edificio fue evolucionando y ampliándose, incorporando incluso un salón de baile diáfano rodeado de paneles acristalados de colores vivos. En cualquier caso, se considera que las modificaciones espaciales y funcionales realizadas a lo largo de su historia no deturpan sus valores y su singularidad.